Cuando habla de la Tulieta GT a Tulio Crespi le brillan los ojos. Más cuando relata las peripecias vividas para presentarla en el Salón del Automóvil de París de 1976, donde un español le dijo que era mucha más linda que un modelo de Porsche que se exhibía en ese mismo evento.
La Tulieta GT nació en 1972 y se basó en la mecánica del Renault 4. Este modelo era uno de los pocos autos de producción nacional que contaba con chasis, algo que le facilitó a Tulio el montaje de las carrocerías de una sola pieza que había construido en resina poliéster reforzada con fibra de vidrio.
En cuanto a las prestaciones, su velocidad máxima era de 150 km/h con el motor 850 cm3 derivado del R-4 y 180 km/h utilizando el propulsor 1.400 cm3 del R-12. En ambos casos la suspensión era original de Renault 4. Su precio en 1972 era de 38.000 pesos.
Si bien no hay cifras oficiales, se estima que su producción alcanzó las 40 unidades. Hay varias dando vueltas por el país y en el mercado de coleccionistas se la puede conseguir en unos 18.000 dólares (obviamente, que el precio depende mucho de su estado).
Tulio suele andar por Balcarce con una Tulieta GT, que cuida como su más preciado tesoro. Y aunque parezca increíble, aún tiene la ilusión de volver a fabricarla en serie. “Yo lo haría con muchísimo gusto, pero con una condición: que la fábrica y los empleados estén a cargo del Estado”, me confesó durante la última presentación del Top Race en Mar de Ajó.
¿Y cómo sería una Tulieta GT del siglo XXI? “Algo más alta que la original y más musculosa porque albergaría el motor de un Clio”, dice. “Mis hijos ya están trabajando en ese proyecto y si se ponen las pilas, en un par de meses la tienen terminada”, adelanta.
Quién sabe. Tal vez alguien se anime a financiar el proyecto de los Crespi y la nueva Tulieta GT vea la luz en un futuro próximo. Sería lindo verla nuevamente en la calle, ¿o no?
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